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sexta-feira, 19 abril, 2024

Pablo Picasso: uma trama secreta de amor e espionagem

Por Jorge Garrido*

Criterio LIbre

Un complot de amor, política, crímenes, espionaje, niños negros lanzados al mar, infidelidades, sexo, mucho dinero y una indefensa ave que nunca terminó su vuelo.

Todo estalló por una ¡inofensiva paloma de la paz!, que debía enviar Pablo Picasso a Cuba en 1961 y que nunca aterrizó en La Habana.

Curiosamente, la suerte del ave blanca y el destino fatal de unos chicos negros de apellido Picasso lanzados al mar, extraño contraste de color y destino, están asociados de una forma tenebrosa.

Y quizás nadie más que tres o cuatro personas, las que probablemente ya no están vivas, sabían la verdad de la relación misteriosa del pintor con la pequeña isla del Caribe.

¿Cómo un sencillo e indefenso pájaro volador en forma de mínima escultura tallada por un gran pintor se transforma en un gran secreto que ha atravesado tres siglos?

El pintor malagueño promete enviar a Cuba una escultura de su famosa Paloma de la Paz. La finalidad de la pieza artística era sustituir un águila imperial norteamericana que había sido arrancada de su monumento por la ira del pueblo cubano en medio de las tensiones con Estados Unidos.

150 años después el secreto sigue escondido

La paloma, todo un símbolo de reconciliación, se convirtió en un insólito complot de política, amor, espionaje, historia, mucho dinero, discriminación, sexo y crímenes.

Han pasado 150 años del comienzo de esta historia y aún el secreto mayor sigue escondido seguramente en una gaveta en París.

¿Por qué en París? En la ciudad nacieron y vivieron los hijos del pintor, es decir sus herederos.

Una clave nos indica que el problema es mucho más grave de lo que sospechamos: los descendientes franceses vivos del gran artista siguen vigilando el curso de los acontecimientos.

Pablo Picasso, el pintor más caro del mundo, y sigue siéndolo 47 años después de su muerte, dejó una sólida fortuna de mil millones de dólares, siete castillos y 10 mil obras de arte.

Pero, no dejó manuscrito de herencia ni siquiera inscribió a sus hijos como suyos. Esa es la primera clave del misterio. Tras su muerte, el litigio sobre la riqueza del creador fue a parar a los tribunales.

Quizás, ellos temen que todo se revele de una forma tremenda y el legado del artista vaya a manos del estado francés y no al bolsillo de la familia. Como ocurrió inicialmente ante la ausencia del testamento.

¿Por qué la paloma nunca llegó a su destino?

La historia empieza a enredarse cuando el pintor malagueño promete enviar a Cuba una escultura de su famosa Paloma de la Paz. Y lo hizo en medio de la guerra fría y de las amenazas norteamericanas de invadir a la isla y acabar con la revolución que se había iniciado en 1959,  apenas dos años antes.

La finalidad de la pieza artística era sustituir un águila imperial norteamericana que había sido arrancada de su monumento por la ira del pueblo cubano en medio de las tensiones con Estados Unidos. Picasso pensó que una paloma sería el mejor sustituto de una guerra que se calentaba entre las dos naciones y se avecinaba una invasión al territorio del pequeño país.

Podemos discernir las razones ocultas de que la paloma nunca llegará a su destino, y puede que haya varias, incluso motivos políticos que se entrelazan. Pero, la más decisiva de las explicaciones es la existencia de unos descendientes negros cubanos de apellido Picasso, cuya verdad ha sido escondida durante más de un siglo.

Extrañamente, parece que los dos hechos, que no debían tener relación alguna y distantes en mucho tiempo,  están emparentados como parte de un viejo e insólito intento por callarlos. En realidad, han logrado silenciar una buena parte de la trama, hasta el día de hoy.

Y esos hechos envuelven más cosas, incluso crímenes y espionaje, aunque parece haber una fatídica y apasionante historia de amor en el fondo.

Ya hablaremos más delante de una serie de pistas abiertas.

Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, el mejor filme cubano de todos los tiempos, y 50 años después ninguno lo ha superado, tiene una escena que hizo sonar las alarmas.

El protagonista del filme, el famoso actor cubano Sergio Corrieri, recorre con un telescopio los edificios de La Habana de la década de los 60 y tropieza con un monumento descabezado frente al mar. Y pregunta: ¿dónde está la paloma de la paz que prometió enviar Picasso para restituir la escultura?

Probablemente muchos no entendieron  la interrogante. ¿Qué Paloma? ¿Por qué Picasso? ¿Qué tiene que ver el pintor malagueño con un monumento con la cabeza destronada?

En honor a los soldados norteamericanos caídos en combate se levantó en 1925 una escultura con dos cañones a cada lado y un Águila Imperial a la cabeza, instalada frente al mar.

Un gran buque armado revienta en pedazos en La habana 

Pero, la verdadera historia comenzó antes, aunque no se supiera hasta un día, como todos los hechos ocultos.

En 1898 estalla el acorazado norteamericano Maine en la Bahía de La Habana y mata a 266 marinos, salvo la oficialidad que estaba en tierra.

Nunca se confirmó por qué explotó el barco, incluso pudo haber sido por un problema térmico. Pero Estados Unidos culpó al gobierno de España y lo aprovechó como pretexto ideal para adueñarse de la Isla y sacar a los españoles que colonizaban el territorio.

No tardaron en declarar la guerra y desembarcar sus marines por el oriente del territorio, aunque tuvieron que enfrentarse a duros combates y tampoco tardaron en solicitar ayuda a las tropas independentistas cubanas, los legendarios mambises.  E incluso a pedirles que fueran delante.

Los soldados españoles resistieron fuertemente e hicieron numerosas bajas a los intrusos marines, hasta que la flota estadounidense, con absoluta ventaja naval, hundió  a la famosa armada española en las puertas de la segunda ciudad de la isla. Entonces, la corona se rindió y no tuvo más que negociar la entrega del territorio caribeño.

La bandera española fue bajada del asta en el  Morro de la Habana y se alzó la enseña norteamericana. La Isla cambió de dueño.

En honor a los soldados norteamericanos caídos en combate se levantó en 1925 una escultura con dos cañones a cada lado y un Águila Imperial a la cabeza, instalada frente al mar, y cerca del sitio donde reventó en pedazos la más poderosa de todas las naves de guerra.

En medio de la crisis entre Washington y La Habana, el pueblo cubano enardecido derribó el Águila que cayó estrepitosa al suelo entre vítores de la población que gritaba “Cuba Sí, Yanquis No”, a menos de 100 metros de la embajada estadounidense.

El Águila Imperial cayó descabezada en medio de vítores del pueblo

Fue en enero de 1961, en medio de la crisis entre Washington y La Habana, cuando el pueblo cubano enardecido derribó el Águila que cayó estrepitosa al suelo entre vítores de la población que gritaba “Cuba Sí, Yanquis No“, a menos de 100 metros de la embajada estadounidense.

Tres meses después, una brigada armada organizada por la CIA desembarcaba en Bahía de Cochinos, al sur de Cuba, precedido de un bombardeo a los aeropuertos cubanos en plena ciudad con la secuela de víctimas civiles.

La invasión fue derrotada en menos de 72 horas por los batallones armados de trabajadores cubanos, las combativas milicias revolucionarias, adiestradas en pocas semanas. La operación se convirtió en fracaso estrepitoso de la agencia de inteligencia estadounidense, cuyos jefes tuvieron que renunciar.

El presidente norteamericano John F. Kennedy asumió la derrota como suya, aunque había sido ordenada y preparada por el presidente saliente Dwight Eisenhower, quien le dejó la papa caliente al nuevo y joven mandatario para que la ejecutara tres meses después de asumir el mando de la nación.

El monumento a los marinos del Maine quedó trunco en su cabeza y fue  entonces fue cuando Pablo Picasso en gesto de solidaridad dijo que enviaría su famosa ave en forma de escultura para colocarla en la cúspide de la estatua.

Los misterios de los vínculos de Picasso y Cuba son revelados a profundidad, por primera vez, en una novela: “La historia secreta de Picasso”. Mis pesquisas vinculan los dos hechos: la paloma que nunca llegó a Cuba y la suerte del abuelo de Picasso y su ardiente amor con una bellísima negra cubana que le revolvió la cabeza y lo llevó a cometer locuras.

Dos niños negros de apellido Picasso lanzados al mar

Era la paz contra la guerra que se precipitaba entre las dos naciones por la intolerancia norteamericana de no admitir un país comunista cerca de sus costas. Más de 60 años después el conflicto no se ha resuelto.

Y la inocente paloma no sobrevivió entre los dos fuegos.

No se ha revelado  qué problema impidió al artista cumplir su ofrecimiento.

Hay varias suposiciones. Pero probablemente el conflicto del ave pacífica se asocia con otro misterio que aparentemente no tiene nada que ver y que había surgido casi un siglo antes: unos niños negros cubanos descendientes de un español de apellido Picasso. Los chicos  viajaban escondidos y fueron  lanzados al mar en la travesía entre la Isla y España.

Y ese apellido correspondía al abuelo del pintor: Francisco Picasso Guardeño, quien vivió casi 20 años en Cuba y murió en Cuba en 1888. Un personaje propicio para un filme de Hollywood.

Los misterios de los vínculos de Picasso y Cuba son revelados a profundidad, por primera vez, en una novela: “La historia secreta de Picasso“, que terminé en 2004, tras investigar arduamente en archivos, iglesias y cementerios, basándome en datos fidedignos incluidos en la publicación.

Mis pesquisas vinculan los dos hechos: la paloma que nunca llegó a Cuba y la suerte del abuelo de Picasso y su ardiente amor con una bellísima negra cubana que le revolvió la cabeza y lo llevó a cometer locuras. Más la existencia de  sus dos descendientes negros arrojados en una travesía de forma cruel por manos intrigantes.

Otro secreto muy oculto fue el final del abuelo del artista y de la negra. Otra parte de la trama de tumbas vacías, registros modificados, asesinatos, y persecuciones obsesivas. Más se agrega el más confuso de los datos: la existencia de una red inglesa de espionaje en la isla asociada a toda la trama de Picasso.

En próxima entrega contaremos cómo la novela reveladora fue perseguida, amenazas de muerte incluida a este autor, con el fin de que la obra nunca terminara de escribirse y menos fuera publicada.

16 años después voy a contar todo lo que falta.

(Continúa)

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Periodista cubano-español, escritor y profesor universitario. Ha sido corresponsal en el extranjero, editor y jefe de sección de la agencia Prensa Latina, director de la revista Prisma y Cubanow, y autor de la polémica novela “La Historia Secreta de Picasso”. Fue panelista en programas de debate en NTN 24 horas, RedMás Noticias, Cable Noticias y emisora FM.
Ha dictado talleres de estética, cine, periodismo y comunicación en varias universidades colombianas, entre ellas la Universidad Nacional, Javeriana, de la Sabana, Universidad Central, Rosario, Autónoma de Cali, y dictado cátedra en la Escuela de Estudios Superiores de Administración (CESA).
Creador del Método Cuarto Espacio de entrenamiento comunicativo. Es especialista en el manejo de procesos de incomunicación y de dominio de los miedos y el miedo escénico en particular. Tiene en preparación el Manual de Comunicación Personal y la Guía de Dominio de los Miedos.

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