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quinta-feira, 28 março, 2024

La oposición tiende la alfombra

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Asas reflexiones no son de mi autoría sino de un Colectivo que semanalmente las publica. Ese grupo es dirigido por el Diputado venezolano, Germán Ferrer y yo los apoyo. (Manuel José Montañez Lanza)
Uno de los principales peligros del movimiento revolucionario venezolano en este momento es la subestimación del enemigo. Esto incluye precisamente la identificación del enemigo con la MUD. En realidad, la MUD es acaso la manifestación más lamentable y probablemente una de las menos peligrosas del campo enemigo. Esa alianza opositora es cuando mucho la principal vocera política actual del imperialismo y la oligarquía en Venezuela, pero de alguna manera está haciendo el trabajo diario a modo de mucama. Está tendiendo las camas, barriendo el piso, lavando la vajilla, preparando la casa para que lleguen los verdaderos señores y se instalen. Quizá es demasiado desprecio tildarla de mucama, tal vez lo adecuado es calificarla de ama de llaves, que es un escalón más alto. Es el tipo de factor político que el imperialismo ha utilizado en varios países recientemente martirizados, como las oposiciones de Irak, Libia, Siria. Una vez despejado el terreno, las facciones opositoras se dividen, se consumen en las luchas por el poder donde han podido acceder a él y hasta se matan entre ellas mismas. En esas situaciones el imperialismo, el enemigo real, sencillamente apoya a aquellas facciones que les son más útiles. Al fin y al cabo, todas esas oposiciones (también la de Venezuela) solo pueden subsistir gracias al apoyo imperial, que es la verdadera oposición, fuerte sin duda por todos sus recursos materiales, sus ejércitos mediáticos y culturales, y su gigantesco poderío militar.
        Es en ese contexto que debemos analizar las actuales tácticas de los sectores dominantes en la MUD. Sin duda, han venido aprendiendo a hacer el trabajo para su Señor.Ya no meten tanto la pata, miden sus pasos, hacen política. Han logrado alcanzar el nivel de no desesperarse y aguardar el momento oportuno para actuar. Claro, hay sectores radicales que aun tienden a perder los estribos y a lanzarse por los atajos (que suelen terminar siendo barrancos), pero al parecer cada vez están más bajo control de quienes en el bloque de la derecha han venido imponiéndose, a pesar de que la derecha más radical logró negociar internamente a su favor después del 6D y coloco a Henry Ramos Allup al frente de la Asamblea Nacional. Pero ese no es un aliado confiable para nadie, sino un político zamarro que ha de ubicarse siempre donde cree que más le conviene.
       Los sectores radicales de la MUD (Voluntad Popular, Vente Venezuela y ABP, principalmente) no pudieron evitar que el referendo revocatorio se instalara como la táctica principal, y prácticamente la única por ahora, de la oposición. Esa propuesta fue la impulsada por sectores “electoralistas” y que compiten con Leopoldo López y María Corina Machado, entre otros, por el liderazgo opositor, sobre todo Henrique Capriles y Primero Justicia.             Por otra parte, la agenda de violencia tampoco ha podido imponerse hasta ahora, a pesar de algunas escaramuzas que aún persisten en estados como Táchira y Mérida, y algunos conatos de saqueos y disturbios en focos aislados. La alteración más grave ocurrió hace poco en el Zulia, pero fue flor de un día.
         La primacía táctica del sector “electoralista” de la MUD se evidenció ayer en la marcha que la oposición pretendió hacer hasta el CNE. De entrada hay que decir que la convocatoria fue muy pobre (la de la Revolución fue más numerosa, sin ser tampoco la gran cosa). Pero además de eso, no hubo violencia, a pesar de que no pudieron marchar hasta la sede principal del organismo electoral al ser impedidos por piquetes de las fuerzas de seguridad del Estado. Estuvieron modositos y pacíficos, es verdad.
           ¿Significa que ese sector “electoralista” descarta el uso de la violencia? Para nada, solo que ha entendido que existen factores en política como la acumulación de fuerzas y el sentido de la oportunidad. Para ese sector, no ha llegado el momento de tomar el cielo por asalto. Por eso es que no se le puede dar mucho crédito a los eventuales y periódicos anuncios de golpe de Estado. Según todas las señales, una ruptura como esa no parece estar planteada en este momento. Estando en ventaja política, a pesar de sus tantas debilidades y gracias en buena parte al innegable descontento popular, a la oposición le conviene por ahora esperar un poco más, no se puede adelantar cuánto. Entretanto, sigue guisando el caldo que pudiera llevarlos a las orillas de la aplicación de la Carta Democrática de la OEA y, en esa circunstancia, a una intervención foránea en cualquier modalidad. Saben muy bien que pelo a pelo, en un enfrentamiento con el chavismo llevan todas las de perder. Ellos van a tender la alfombra con paciencia para que llegue el amo y tenga el camino más fácil. Después veremos, dirán los más avezados de esa alianza de mediocridades.

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