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sábado, 12 outubro, 2024

¿Injerencismo según VP?

Papeles para el Debate

Elaborado por: Manuel José Montañez Lanza (*)

La injerencia es la acción que se realiza cuando alguien, sea una entidad o una persona o grupo de personas, se entrometen en alguna cuestión ajena. Dicha intromisión por lo tanto, en muchas ocasiones se realiza sin la autorización de quien tiene la cuestión a cargo. Es común verlo en el plano político internacional cuando una nación, grupo de naciones u organizaciones (Supranacionales) de carácter mundiales, so pretexto de cuidar a los habitantes de un país, lo invaden militarmente.  Que sepamos, ni Rusia o China, nos quieren invadir.
Existe a nivel internacional, incluso aceptado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el denominado “Derecho de Injerencia Humanitaria”; que sería aquel mediante el cual la comunidad internacional -por medio o a través de organizaciones internacionales, o un Estado-, puede asumir en determinadas circunstancias, la defensa de los derechos humanos de una población por encima de la soberanía de los Estados, sin que los gobiernos de esos países puedan ampararse en el Derecho Interno. Esto se aplica para casos donde la población civil se ve en un peligro extremo debido a una guerra civil, genocidio, hambre e incluso si se trata de catástrofes naturales. Este derecho ya se ha aplicado en algunas ocasiones, aunque a veces se ha considerado que no ha sido suficientemente rápida la intervención. Casos Bosnia Herzegovina o África, donde la comunidad internacional, dejó que ocurrieran los eventos y una vez se habían consumado los hechos (genocidio),  posteriormente actuaban. Tamaña hipocresía.
Así como hay defensores de este derecho, también hay quienes se oponen, o al menos sostienen que hay que ser muy prudentes en su aplicación, no sea que con la excusa de la violación de los derechos humanos en un país, otro los invada; pero quienes lo defienden (no es nuestro caso), argumentan que permite la protección de la población civil en conflictos internos. Yo más bien pensaría en Colombia, México o Palestina.
Ahora bien, por qué hablo de este tema. Lo hago por que recientemente diputados opositores rechazaron lo que consideraron la presunta  “injerencia” en lo que, aseguran, habría incurrido el Gobierno de Rusia según un comunicado en el que habrían (según ellos), sido acusados de estar “allanando el camino hacia la desobediencia civil”.
Al respecto, el diputado, Freddy Guevara, dijo que el Presidente, Nicolás Maduro Moro, es el “principal promotor” de dicho comunicado, asegurando que él “pretende resolver el problema de Venezuela con una confrontación entre los Estados Unidos y Rusia”… “Maduro pretende convertir a Venezuela en una ficha de negociación entre Donald Trump y Vladimir Putin (…) una reedición de la guerra fría”.
Que sepamos, han sido los grupos opositores y no el gobierno bolivariano, con base a la definición supra indicada, quienes de manera desleal, grosera y apátrida, en reiteradas oportunidades (desde el inicio de la Revolución Bolivariana a la fecha), quienes han solicitado la intervención de Organizaciones Supra Nacionales y de potencias extranjeras (ante su incapacidad e incompetencia política), en los asuntos internos venezolanos; al extremo, de llegar a acoplado su discurso político, a los pronunciamientos injerencistas de Jefes Militares extranjeros para que se violente nuestra soberanía nacional.
No obstante el lobby que ellos intentan hacer ante el nuevo inquilino de la Casa Blanca, quien ha señalado que…“quiero conocer más sobre Venezuela”… (Pues él sabe y está demostrado que los informes amañados que le han presentado no sólo sobre nuestro país sino respecto de otros escenarios mundiales son falsos o medias verdades), es un campo minado que le heredan los Neocon, a los fines de entorpecer su nueva agenda internacional que como sabemos, está inscrita en la Doctrina del Aislacionismo. Ya lo destacó en anterior discurso donde indicó que solo actuarían en el extranjero si de verdad se demuestra que está en peligro o en juego, la Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
La obstinación de la oposición en torno a este tema en el marco de las sólidas relaciones que la RBV tiene con sus aliados estratégicos (que no injerensismo), es de desespero pues saben que el Presidente Donald Trump no les seguirá suministrando los necesarios y significativos recursos monetarios y mediáticos que percibían con la gestión saliente. Se les acabaría la francachela; por tanto, no podrán continuar chuleando (que no haciendo política con P mayúscula), a quienes desde el exterior hasta hace poco, los avalaban. Señores, el mundo de la globalización injerencista se agotó.
Ahora bien, como ellos no entienden el perfecto castellano sino que les gusta todo lo que es musiu, se lo expresamos no en inglés, sino así:
“Sachez ceci. Le Venezuela ne sera jamais un territoire occupé. Temps de interventionnisme sont plus”…  “Déplacer pour pleurer la vallée”… “C’est fini”…
 (*) Politólogo e Internacionalista Venezolano
     Magíster en Seguridad y Defensa

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